Caso práctico: Evento desarrollado para celebrar el 20º aniversario de una empresa del sector de las Nuevas Tecnologías.
Una empresa del sector de las I.T. celebraba una fecha muy especial, su 20º aniversario.
El evento se desarrolló a lo largo de 2 días de convivencia y de conocimiento mutuo entre la Empresa y las personas que trabajaban en ella. La experiencia resultó altamente gratificante, porque tomaron conciencia de los esfuerzos llevados a cabo desde el origen de la empresa hasta el momento actual. Una retrospectiva que no dejó indiferente a nadie.
Como parte del evento, se planteó realizar una actividad en naturaleza, o también llamada de outdoor training, orientada a reforzar la motivación de los equipos de trabajo. Ésta es la parte en la que cuentan con nosotros para desarrollar una aventura trepidante en la que pudieran, de forma sutil, transmitir valores corporativos de trabajo, cohesionar y fortalecer el buen espíritu de equipo y crear un espacio para que las personas se pudieran conocer “de otra manera”, fuera del centro de trabajo.
Tanto el cliente como nosotros estuvimos de acuerdo en que tenía que ser algo divertido, lleno de emociones y sorpresas, con tramas donde se pusieran a prueba a los equipos y a las personas. El desafío era un ingrediente fundamental para crear un ambiente de sana competición o fair play, de tal forma que todos estuvieran dispuestos a darlo todo.
Los directivos y empleados se sentían orgullosos de pertenecer a la empresa en la que trabajaban, incluso algunos habían trabajado ahí desde los inicios. Dicho en palabras del Director General y Co-fundador de la compañía: “… les parecía que estar 20 años en un mercado tan competitivo y dinámico como el de las Nuevas Tecnologías era un logro que merecía la pena celebrarse, homenajeando a los auténticos protagonistas del éxito, las personas y el talento que atesoraban”.
Dados los requerimientos de nuestro cliente, desarrollamos una Gymkhana Temática, con una trama muy especial de piratas bajo la leyenda de El Tesoro pirata de Benny el Astuto. La aventura transcurre en el bosque porque fue donde Benny el Astuto, agonizante, escribió que había escondido los tesoros acumulados en un bosque de una isla donde naufragó.
“Yo, el pirata conocido bajo el nombre de Benny el Astuto, lego a quien lo encuentre este mapa que he dibujado con mi propia sangre, y en el que descrita se halla la situación del bosque en el que agonizo, y el lugar en donde oculté el tesoro que he escondido para que mis hombres no lo hallen jamás, ya que me pertenece por muchas razones que hubieran tenido que satisfacer mi noble sed de venganza...que no me inicié en la piratería ávido de riquezas, sino por el deseo de justicia. Pues yo, que soy de sangre azul, tuve que hacerme a la mar huyendo de quien, envidioso de mi hacienda, pretendía destruirme alevosamente usando la calumnia como arma legal. Esto mis hombres lo ignoran, ya que sólo creen en lo que ven, y lo que han visto siempre es a su capitán hundiendo con preferencia los barcos que ondean una determinada bandera, la de sir HUMPHREY. Lo que ellos no saben es que aquel villano me despojó de mis bienes, casándose luego con lady ROSALIND, mi prometida, al hacerle creer a su padre que yo era un traidor..."
Transcurrieron dos años, y un día, Rosalind recibió una carta escrita por el propio Benjamín, en la que le contaba que se hallaba vivo, y que se reuniese con él en un determinado lugar, cuyas señas se adjuntaban. Rosalind partió para encontrarse con Benjamín, pero jamás se supo más de ella, ni siquiera el propio Benjamín. La versión oficial fue que había sido víctima de unas fiebres que tanto abundaban, pero la verdad fue que Rosalind es traicionada por una sirviente y murió a manos de su marido, Sir Humphrey. La rabia de Benny no concedió tregua hasta acabar con el villano. A lo largo de centurias, el tesoro de Benny fue objeto de cancionelas y rumores que afirmaban que el tesoro de Benny realmente, eran los restos de Rosalind que robó de la fortaleza en la que se hallaba.
¿Esconderá el tesoro de Benny los restos de Lady Rosalind?
¿Podrán ser los participantes testigos del amor eterno de Benny y Rosalind?.
¿Será el Tesoro de BENNY EL ASTUTO una leyenda?
Los participantes, por equipos, tuvieron que afrontar los desafíos que les planteamos. Las pruebas que se incluyeron como parte de los periplos de los equipos eran de destreza en árboles, de ingenio y de orientación. Los dinamizadores asumieron su rol de piratas y vestidos como tales, invadieron el escenario natural con sus abordajes y declamaciones.
Las hordas de piratas partieron en una aventura difícil de olvidar. Una historia fantástica con todos los ingredientes: un amor para siempre que rebasaba todos los obstáculos, traiciones y codicias derrotadas por sus propias ambiciones y una recompensa, un tesoro que podía contener piedras preciosas, oro, plata… o los restos de la amada lady Rosalind. El sentido de la trama era crear un mundo metafórico, lleno de identificaciones en uno u otro momento, con símbolos que realmente nos hacen pensar.
La aventura culminó con un reconocimiento y condecoraciones al equipo ganador, no sólo por la consecución de la recompensa, que en este caso, la suerte hizo que fuera el bonito esqueleto de lady Rosalind, sino al valor individual de cada uno de los integrantes. Unos fueron más hábiles en las pruebas de destreza, que quedó compensado con los que demostraron mayor habilidad para resolver enigmas o para guiar al equipo hacia el objetivo.
El evento resultó ser un éxito, los participantes se involucraban en todas las pruebas, con espíritu deportivo y sin miedo a fallar o cometer un error. La ventaja que adquirió el equipo ganador sobre el resto de los equipos fue la clave de su éxito. Nos contaba el jefe del equipo ganador de la gymkhana que: “… todos sabían sus fortalezas y debilidades y además, también sabían cómo compensarlas. El liderazgo fue compartido y asumieron las tareas en equipo… nuestro objetivo no era destacar a nivel individual, queríamos ganar y sabíamos que la victoria pasaba por el esfuerzo en equipo…”.
La experiencia reforzó la sensación de logro compartido, incluso para los equipos que no consiguieron la recompensa, porque la experiencia en sí fue tan motivante como para plantearse que al año siguiente, tenían oportunidades de jugar mejor y conseguir tales reconocimientos.
Mejoró la imagen de la empresa ante las personas que formaban parte de ella, sintieron que la empresa compartía y les hacía protagonistas de los resultados y logros conseguidos. Tras una jornada estimulante y experiencias que desencadenaron emociones positivas, la celebración fue considerada como un éxito total y las expectativas de consecución fueron rebasadas ampliamente.