Talento y alto rendimiento profesional. Dos de los bastiones fundamentales de todo miembro de un equipo de trabajo y de una empresa. Dos de los pilares que hay que trabajar para que que tu equipo funcione como un equipo de Alto Rendimiento (EAR). Y es que sin talento y sin rendimiento, el trabajo no va a salir. Necesitamos de ambas características para que nuestro equipo sea de éxito y de primer nivel.
El rendimiento se trabaja, se mejora, se aumenta día a día pero, ¿y el talento? ¿es innato o también se puede trabajar? Hoy descubrimos cómo afectan estas dos cualidades de las personas al trabajo y cómo podemos enfatizarlas y aumentarlas.
¿Qué es el talento profesional?
En el entorno de los Recursos Humanos y la gestión de personas encontrarás infinidad de términos. Unos términos que nos ayudan a etiquetar actitudes, cualidades o actuaciones. Entre todos esos términos encontramos uno muy utilizado, no solo en el ámbito profesional sino también en el personal.
Hablar de Talento es referirnos (en términos generales y coloquialmente), a unas cualidades innatas que poseemos para una actividad en concreto. Un cualidad que llega a definirnos de forma intensa y que, a menudo, modifica nuestras vidas y carreras profesionales bajo el lema de “hay que hacer brillar ese talento”.
Pero, ¿qué es realmente el talento?
Si acudimos a la definición oficial de talento podemos encontrar que talento “es la especial capacidad intelectual o aptitud de una persona para aprender las cosas con facilidad o para desarrollar con mucha habilidad una actividad”. (Oxford languages).
O también, “la capacidad para el desempeño de algo, la capacidad de entender, la aptitud para el desempeño de algo”. (Rae).
Y es que si nos fijamos bien en las definiciones de talento, no encontramos que sea algo innato, sino que es una cualidad que demostramos que tenemos porque nos es más fácil realizar una u otra tarea.
Si hay algo de positivo en el talento es que es la capacidad de aprender a hacer algo de forma magistral y quizás, con poco esfuerzo (o no, eso es algo que habría que analizar en todas esas personas a las que les otorgamos la cualidad de talentoso en algo).
El talento es una mezcla de aptitudes y de actitudes. Aptitud es la capacidad (en potencia) que tiene una persona para aprender más rápidamente. Actitud es lo que nos permite desarrollar esa aptitud o capacidad, y llevarla lejos.
Si analizamos bien el talento, y vamos más allá de la concepción mágica del mismo, el talento tiene mucho más de disciplina, esfuerzo, trabajo, constancia y compromiso (actitud), que de unas capacidades innatas (aptitud).
Desarrollar el Talento profesional
Una persona talentosa en algo, que destaca y brilla, seguramente está dedicando infinidad de horas de trabajo para que eso sea así. Desde que es muy pequeño viene practicando ese deporte, esa disciplina artística, esa cualidad, y con el paso del tiempo, por la constancia, la perseverancia y el trabajo se ha convertido en un genio de lo mismo. ¿Hay parte innata? Puede ser y seguramente, lo hay, pero no de forma tan determinante como pensamos.
No debemos olvidar que somos buenos en aquello que nos gusta más, y porque nos gusta, le dedicamos más tiempo, más interés y por lo tanto, lo fortalecemos. ¿Es eso que nos gusta, la parte innata? Seguro. Pero no significa que eso se convierta en talento. Hay muchas cosas que nos gustan y para las que consideramos que somos buenos, que no se convierten en talento porque dejamos de utilizarlo y de enfocarnos en ello.
Esto que nos gusta viene en gran parte dado por nuestra sociedad, por la familia en la que crecemos, por lo que hemos visto de niños o por lo que hemos imaginado en nuestras mentes con más o menos fuerza.
El talento se trabaja, el talento se fortalece, el talento nace y se hace grande según tus gustos, prioridades y necesidades, pero también a raíz de otras cualidades que por supuesto, también se trabajan como la resiliencia, la fortaleza, la valentía, etc.
Alto Rendimiento profesional, ¿qué es?
En otro punto, tenemos el rendimiento profesional, que no es más que la cuantificación de la capacidad de una persona de realizar tareas laborales en menor tiempo y con la máxima calidad. Cuánto de eficaz es esa persona será lo que determine su rendimiento profesional. Un valor muy necesario en las corporaciones y empresas que necesitan de empleados eficaces que ofrezcan un alto rendimiento profesional.
¿Por qué hoy en día el rendimiento profesional es tan importante y está tan analizado? Porque realmente, que un empleado ofrezca mayor o menor nivel de rendimiento profesional es lo que hará que nuestra compañía evolucione o por el contrario, retroceda. El rendimiento profesional es vital para el trabajo en equipo, pero también para la propia persona.
Un nivel bajo de rendimiento profesional, primero, está dejando ver que algo ocurre con ese miembro del equipo. Alguna situación está causando que el rendimiento sea bajo y es imprescindible atajarlo y encontrar una solución.
Pero también, un bajo rendimiento afecta a la persona en sí misma, generando altos niveles de insatisfacción, frustración, desmotivación, estrés e incluso, llegar a depresión.
El nivel de rendimiento profesional de alguien nos puede arrojar muchísima información que debemos saber analizar, gestionar y utilizar para incluir soluciones optimizadas y de éxito para la empresa, el equipo y la persona en particular.
Relación entre talento y alto rendimiento profesional
¿Por qué hablamos en un mismo post sobre talento y alto rendimiento profesional? Porque estamos totalmente convencidos de la relación existente entre ambos conceptos.
- El talento ayuda a tener mejor y mayor rendimiento profesional.
- El talento incentiva el rendimiento profesional al hacer que estemos más enfocados ya que las tareas parecen más fáciles de realizar.
Si tenemos talento en algo en concreto (recordemos, el talento se trabaja con esfuerzo, dedicación y con pasión hacia ese algo que hacemos), nuestro rendimiento va a ser mayor y sin que tengamos que obligarnos a ello. De eso va el rendimiento. De hacer más cosas en menos tiempo con el mismo nivel de calidad óptima. Ser más eficaces. Y si algo ayuda a que nuestra eficacia aumente es hacer ese algo con pasión, que nos encante y que nos motive en cada momento.
Talento y alto rendimiento
Resumiendo y sin duda alguna, el talento está íntimamente ligado al alto rendimiento profesional. Todos podemos tener talento, trabajarlo y llevarlo a otra dimensión si nos ponemos a ello, si lo trabajamos. Y el desarrollo de esa faceta talentosa, bien dirigido, influirá de forma muy positiva en nuestro rendimiento profesional.
Conviértete en un trabajador de alto rendimiento, e inspira a otros para descubrir sus talentos y transformarlos en alto rendimiento. Con nuestros programas de Team Building y Alto Rendimiento podemos trabajar nuestros talentos desde el inicio, descubriendo cuáles son a nivel personal y también profesional. Da igual la edad y el momento vital, siempre puedes trabajar para desenterrar ese talento, llevarlo a otro nivel y fortalecer tu rendimiento profesional. ¿Hablamos?