Asertividad laboral: claves de mejora

Quieres responder en un momento “de enfado” o de una supuesta agresión hacia ti y no sabes cómo,  sin que ello suponga rebasar la línea de ser borde, antipático, o incluso, agresivo (verbalmente). A menudo, no sabemos cómo hacerlo y tomamos la decisión de no contestar, no decir lo que pensamos o no expresarnos. Nos contenemos. ¿Por qué? Porque no sabemos ser asertivos. No trabajamos la asertividad por no traspasar la línea del NO. Las consecuencias, sobre todo, en el ámbito profesional, suelen ser muy negativas, y por añadidura, para nosotros como personas también. ¿Cómo conseguir mayor nivel de asertividad laboral?

¿Qué es la asertividad?

La asertividad es la capacidad de decir aquello que queremos expresar de una forma saludable pero firme. Es una forma de comunicación positiva que nos permite decir aquello que pensamos, sea lo que sea, sin agredir a los demás ni sentirnos después “culpables” por el efecto generado, es decir, nos permite gestionar situaciones social y emocionalmente difíciles.

La asertividad se relaciona directamente con el respeto. Respeto hacia uno mismo y hacia la persona a la que estamos transmitiendo nuestras intenciones, pensamientos, deseos y opiniones, pero también, en equilibrio con nosotros mismos. Respeto precisamente a eso, a lo que pensamos, sentimos y opinamos.

Decir lo que sentimos, lo que opinamos, incluso defender nuestros derechos de una forma honesta. La honestidad es otro de los pilares que sustentan la asertividad (junto al respeto). Por supuesto, honesto con el otro y con uno mismo.

Y por último, pero no menos importante, asertividad es equilibrio entre lo que queremos transmitir – el contenido-, y cómo lo transmitimos – la forma-. Tan importante es el contenido como la forma, como en cualquier forma de comunicación.

¿Por qué no somos asertivos?

Dejamos de ser asertivos en el momento en el que perdemos la capacidad de controlar nuestra ira y rabia. Hoy en día, nos sentimos abrumados e incluso a veces, agredidos por las opiniones de los demás. Nos tomamos todo de manera personal, y no sabemos entender que lo que dice el otro, es del otro, tiene sus motivos y es algo que está en su derecho absoluto de transmitirlo, aunque eso suponga decirnos No en determinadas ocasiones.

Los motivos por los que NO somos asertivos son variados, generalmente, de índole emocional: en unos casos, puede ser por una baja autoestima, con dificultades para expresar lo que piensa o siente; en otros, es miedo al rechazo, al conflicto o a la crítica; la culpa y las creencias limitantes "inventadas" por nuestra psique ("si no digo SÍ, no me aceptarán"),...

Ahí, en este punto, dejamos de ser asertivos para contestar de 2 formas: agresiva, porque nos sentimos agredidos por cualquier cosa; pasiva, porque tenemos miedo de afrontar un conflicto, dejando de decir lo que pensamos y sentimos.

Hoy en día, la asertividad se confunde con la libertad de expresión y opinión. Preferimos no decir lo que sentimos y en ocasiones, hacer lo que el otro dice para evitar conflictos. Conflictos que tarde o temprano llegan, porque no hay nada que haga explotar más a alguien que hacer algo en contra de sus necesidades y deseos.

Hay que aprender a ser asertivo. Debemos trabajarnos el decir lo que sentimos, queremos u opinamos, sin miedo a que el otro nos rechace. Siendo educados, respetuosos y aprendiendo la comunicación asertiva, todo se puede decir, y decir NO no se convierte en un problema, sino en una libertad del individuo.

La asertividad en el trabajo

El laboral es uno de los escenarios en los que más se ausenta la asertividad. Y esto afecta y mucho a los entornos de trabajo, a los equipos y a las personas, repercutiendo en su productividad, en el ambiente laboral y en los resultados de la empresa.

Nos cuesta decir NO cuando nos encargan una tarea que quizás no podemos acometer por exceso de trabajo, falta de tiempo o porque no son nuestras funciones. Pensamos y actuamos desde el miedo a la reacción del otro, y dejamos de expresar lo que sentimos. Llegamos incluso a obviar grandes ideas por miedo a contarlas, y es que nos falta seguridad en nosotros mismos y sin esta seguridad, la asertividad laboral (y personal) es imposible que se desarrolle.

Mejorar tu asertividad

A ser una persona asertiva nos ayuda todo lo que nos hace una invitación a reflexionar y a detenernos antes de responder; permanecer conectados con nuestros sentimientos y emociones nos permite ser conscientes de nuestras necesidades y gestionarnos mejor; y trabajar para hacer crecer tu autoestima y la seguridad en ti mismo también mejoran la asertividad.

Es decir, desarrollar esta destreza es un trabajo personal e intransferible. La asertividad se desarrolla poniendo el foco en nosotros mismos, haciendo un viaje "hacia adentro". ¿Cuándo? Precisamente, cuando empezamos a vivir la incomodidad, cuando no estamos cómodos con la situación, preguntándonos "¿por qué me está provocando esta sensación ésto que me ha dicho?, ¿por qué me siento alterado y nervioso?, ¿qué hay para mi en esta situación?.

Cuando alguien me dice algo, por un lado está lo que el otro dice, y por otro, lo que yo interpreto de lo que escucho. Muchas veces mi interpretación no tiene nada que ver con las verdaderas intenciones del otro, sino más bien, está basada en las experiencias propias anteriores.

La asertividad no va de cómo el otro te escucha o recibe, sino de cómo te expresas tú y de qué manera. Otra cosa es cómo lo recibe el otro, pero es precisamente eso, responsabilidad del otro. Si el mensaje por tu parte sale de una forma educada, correcta, coherente y respetuosa no hay problema de agresión.

Para mejorar la asertividad es importante tener en cuenta qué hay que liberar de nosotros mismos:

• Miedo:

Con miedo es imposible tener un nivel saludable de asertividad. No se puede trabajar nada desde el miedo. No se puede expresar una opinión desde el miedo a la reacción del otro. Si tienes miedo, no existe lugar para una comunicación asertiva.

• Inseguridad:

Igualmente, si no tienes seguridad en lo que estás expresando, si tienes dudas en tu rol profesional o en tus tareas, en tus conocimientos, en tus razonamientos, la asertividad también estará fuera de lugar porque estás actuando desde esa inseguridad, que se dará la mano con el miedo y se convertirá en agresividad (defensa antes de cualquier tipo de agresión que podamos intuir a nuestra expresión). Cree en ti y podrás llegar más lejos en tu comunicación con los otros.

• Rabia e ira:

Si estamos enfadados, si estamos colapsados, si tenemos ira y rabia, la comunicación asertiva brillará por su ausencia porque nos saldrá un vocabulario rabioso, enfadado y fuera de todo razonamiento.

Estos tres pilares hay que trabajarlos antes de ni siquiera, considerar ser asertivos. De hecho, si liberamos nuestra comunicación de estos tres factores, la asertividad con la que nos expresamos empezará a vislumbrarse y tomar posiciones de forma autónoma.

La asertividad es una pieza clave en la comunicación profesional y laboral. Puedes trabajarla con tu equipo a través de técnicas y dinámicas de coaching y team building. Ahí trabajaremos no sólo como uno se expresa sino también, cómo el otro lo recibe. Si quieres, podemos construir contigo y tu equipo el escenario perfecto para generar asertividad. En Amazonia Team Factory estamos especializados en Comunicación profesional de equipos de trabajo.