Falta de motivación en el trabajo, ¿qué la causa?

Se podría decir que la falta de motivación o desmotivación de los trabajadores es un gran problema para las empresas (sea cual sea su tamaño), porque necesariamente afecta al rendimiento. Aunque también es verdad que toda persona desmotivada atraviesa una situación de riesgo para su salud emocional y psicológica. En este post reflexionaremos acerca de las causas, porque conocer las raíces de un problema nos permite superarlo.

Falta de motivación en el trabajo, que afecta a nuestro rendimiento

La motivación hace muy buena pareja con la ilusión, por lo que si la primera se desvanece, es fácil llegar a un punto en el que la ‘apatía’ se apodere de nuestro quehacer diario en el puesto de trabajo. Teniendo en cuenta que pasamos una parte muy importante de la jornada en el puesto de trabajo, o desarrollando funciones relacionadas, ¿no deberíamos mantener unos niveles aceptables de motivación?

Es más frecuente de lo que pensamos, veréis: pasado un cierto tiempo desde que nos incorporamos a un nuevo trabajo o empezamos un nuevo proyecto, parte del entusiasmo se desvanece y la tendencia decreciente continúa.

CAUSAS DE LA FALTA DE MOTIVACIÓN EN EL TRABAJO

Como introducción, podríamos apuntar que la falta de confianza en uno mismo, la ausencia de apoyos o recompensas, incluso una falta de dirección / objetivos son contrarios a la motivación, pero como el tema requiere de un análisis más profundo, nos ocupáremos más adelante de ello, detallando cada una de las causas.

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Las señales que avisan de la falta de motivación

  • Cambio de pauta en las relaciones personales con las compañeras y compañeros.
  • Desarrollo de tareas sin implicación, tratándolas como un mero trámite.
  • La creatividad de la que antes hacía gala el trabajador ahora ha desaparecido.
  • Desinterés por nuevos trabajos: antes había ilusión al comienzo de un proyecto, ahora solo ganas por finalizarlo.
  • Falta de compromiso real con la organización y las personas.

En definitiva es una situación de ‘horas bajas’, y aunque no es irreversible, si no se soluciona podría motivar la marcha de los empleados, incluso si la situación general de la empresa mejora.

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Las causas personales y organizativas

A continuación, un detalle de todas las posibles causas de un problema real y muy extendido que merma las capacidades individuales, pero (obviamente) está incidiendo en el rendimiento de la empresa:

Los proyectos no tienen objetivos claros

O los planes de desarrollo profesional son inexistentes. En este caso la desmotivación es causada por no existir una meta que alcanzar, o por no saber cómo ‘aprovechar’ las potencialidades.

Autolimitación como factor personal

Una falta de supervisión externa podría hacer difícil detectar una situación de este tipo: hay personas que ‘no dan todo de sí’ y podrían hacerlo con algún tipo de incentivo, o simplemente con cambios en el planteamiento de trabajo. Crear equipos de trabajo, establecer metas claras, valorar la creatividad, incentivar las mejores soluciones para cada problema, reconocer los logros personales, etc.

Causas debidas a enfermedades

Las patologías orgánicas son más visibles y reconocidas, con demasiado frecuencia influyen en la energía y buena predisposición. Pero además hay causas que podrían pasar desapercibidas como una depresión, ansiedad por problemas personales o laborales, tendencia a la frustración, incluso déficits nutricionales. Los consejeros o evaluadores de las empresas también pueden detectar estas situaciones personales, y en cualquier caso una comunicación abierta resulta facilitadora.

De insatisfacción y / o cultura empresarial

A veces querríamos que nos asignaran mayor responsabilidad, otras que nos aumentaran el sueldo… y las mejoras nunca llegan; es verdad que quien dirige una actividad o empresa debe saber cómo recompensar el esfuerzo, y reconocer cuándo un trabajador es capaz de progresos y de aportar valor, pero no es menos cierto que tendemos a silenciar las peticiones, y de esta forma, nunca pueden llegar a materializarse.

En este apartado también podemos mencionar que no siempre se está de acuerdo con la filosofía de la organización para la que se trabaja: postura que claramente entra en conflicto con el conjunto, y que enturbia las relaciones con otros miembros de la empresa.

¿Encuentras que tu trabajo es monótono?

Las personas creativas o con mucho talento lidian muy mal con la rutina, pero bien pensado a la larga cualquiera sucumbirá al aburrimiento de que todas las jornadas laborales sean iguales. El optimismo de los líderes es determinante pues son capaces de convertir cada día en una experiencia única. Hoy ya conocemos muchos ejemplos de empresas que no solo adaptan continuamente los objetivos, sino que facilitan unas relaciones muy ricas entre compañeros, y ya hay varias experiencias en las que una redefinición de los espacios provoca una salida abrupta de la monotonía, elevando los ánimos y devolviendo la ilusión.

El reconocimiento que no llega

En ocasiones realizamos un análisis certero de nuestra propia situación respecto al conjunto, otras veces no hacemos más que movernos empujados por el ego… Pero la cuestión es que cientos de personas se abruman por un trabajo bien hecho pero poco valorado, por un ambiente denso e insatisfactorio, o por un sueldo que parece haberse convertido en hielo. El terreno para la desmotivación está abonado.

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No hay mejora sin compromiso

Por parte de la dirección de la empresa o líderes, es necesario conocer cuáles son las causas exactas de la falta de motivación para quienes se encuentren atravesando una situación semejante. Pequeñas acciones dan como resultado logros importantes, y permiten ‘pasar a la acción’. Incluso sin cambiar de puesto de trabajo o de proyecto, es posible recuperar el entusiasmo inicial, lo cual derivará sin duda, en un mayor compromiso.

Los expertos aconsejan introducir mejoras en la comunicación vertical y horizontal dentro de la organización: claridad, brevedad y transparencia a la hora de comunicar; humildad a la hora de escuchar. Por otra parte - y de ser necesario - la empresa podría mejorar las políticas de conciliación.

La mejor manera de tener en cuenta la situación personal de cada empleado es empezar por evaluar la satisfacción y tener conversaciones individuales; ello permitiría la consecución de objetivos y el establecimiento de nuevos retos. Además de todo ello se requiere de interés, clima respetuoso de todos y para todos.

Cohesiona, une, fortalece

Para poner la guinda al pastel, ¡crea equipo!, verás como todo funciona mejor, esto es porque esta forma de organización permite una mayor autorregulación de cada individuo y más ajuste a las necesidades. La integración hace milagros tanto para mejorar una situación deficitaria como para prevenirla en el futuro.

En Amazonia Team Factory sabemos muy bien cómo mejorar el desempeño de los equipos, poniendo en el centro de las actividades a los individuos que - integrados en un conjunto - forman parte de cada empresa. Por ejemplo, nuestros desafíos de Team Building suponen un diseño de actividades formativas que "impactan de verdad" en las actitudes y comportamientos de los equipos. 

¿Te has sentido en alguna ocasión desmotivado en tu trabajo? ¿Cuál fue la causa?

Imagen | Bee Forks

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