Hoy nadie duda de que el liderazgo es clave hoy en día en cualquier organización. Ya vimos los distintos tipos de liderazgo empresarial, pero hoy queremos hacer especial hincapié en el liderazgo emocional.

Con respecto al liderazgo, debemos ir más allá trabajando desde un liderazgo emocional en el que las emociones sean un punto de anclaje para cualquier gestión del equipo.
El ser un jefe autoritario, ya no es que no sirva, sino que está absolutamente fuera de lugar y de tiempo. No nos cansaremos de decirlo y de anotarlo. Nunca son suficientes veces si con ello conseguimos cambiar el escenario de las empresas, y transformar todo hacia un esquema mucho más saludable para todos los equipos de trabajo.
El liderazgo, una cualidad indispensable
Hoy en día, ser y tener la capacidad de un gran líder son cualidades indispensables a la hora de optar a un puesto de trabajo. No vale con saber hacer nuestras funciones, sino que tenemos que conocer cómo gestionar a nuestro equipo y saber sacar de ellos su mejor versión desde un punto de vista de crecimiento y aporte conjunto.
Lo de exigir y relacionarnos con nuestro equipo de forma autoritaria está absolutamente fuera de lugar y solo conseguirás relaciones de poder en las que nadie aportará creatividad, ni iniciativa e irás socavando la productividad.
El liderazgo no es una moda, sino una necesidad básica en las organizaciones. Si no lo tienes instaurado en tu empresa podrás por supuesto, seguir operando, pero ten claro que tus trabajadores cada vez estarán más hastiados, desgastados, desmotivados e irás perdiendo lo más valioso que tienes, tu equipo.

Liderazgo avanzado, liderazgo emocional
Ser un líder y no un jefe es algo que a estas alturas ya deberíamos tener más que superado e integrado en nuestras organizaciones y modos de trabajar. No cabe otra opción y si lo consideras así, estás perdiendo valor.
Pero como no se puede o debe parar en la evolución hay que un paso más allá y lo siguiente es ser un líder emocional.
Las emociones son la base de toda nuestra actividad personal y profesional. Las emociones nos guían y hacen que vayamos / actuemos de formas diversas. Ya sean emociones positivas o negativas, estas son las que rigen la mayoría de nuestras decisiones y dejarlas a un lado es realmente complicado. De hecho, hacer caso de forma objetiva y racional a nuestras emociones es algo realmente enriquecedor.
Un líder emocional sabe del valor de estas emociones en su equipo y trabaja con ellas convirtiéndolas en sus aliados. Una emoción bien gestionada, incluso si es de las consideradas “negativas” es una herramienta muy potente al servicio de nuestro trabajo.
Sacarle partido a todo lo que sentimos y encauzarlo en positivo nos ayudará a crear y tener un equipo de alto rendimiento. Y eso, el líder emocional, lo sabe y hace uso de ello. ¿Cómo? A través de los denominados estilos de liderazgo emocional.
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Visionario u orientativo
Se basa en aportar al grupo un objetivo común en el que todos se sientan partícipes y consideren que su parte es valiosa para el resultado final. El líder será el responsable de trasladar a cada integrante la importancia de su trabajo como parte del equipo y así cada uno se sentirá necesario teniendo la potestad de asumir riesgos, ser innovador y experimentar en su área de actuación.
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Coercitivo o dominante
Este estilo de liderazgo emocional quizás te recuerde más a ser jefe de los antes (algo que siempre decimos que hay que desbancar de nuestra actividad) pero es cierto que en determinados momentos hay que tomar las riendas y asumir este rol para poder avanzar sobre todo en periodos de crisis o complicados.
Lo que diferencia a un jefe de antes con un liderazgo emocional coercitivo son ante todo, las formas. Se dirá al equipo lo que tiene que hacer y la no posibilidad de discusión pero que ellos lo acaten de forma constructiva será el resultado de un trabajo previo de generación de confianza plena y de haber transmitido que si llega este momento es porque la situación así lo requiere y que hay que todos a una.
En consecuencia, es importante que tras este momento crítico, se vuelva a una gestión más inteligente emocional y se valore la situación acontecida en equipo para que podías analizarla en conjunto y de forma constructiva.
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Participativo o democrático
Es la forma de liderazgo más extendida y consiste en un trabajo en horizontal de todo el equipo. Cada uno asume sus responsabilidades con profesionalidad y saber hacer y las decisiones de toman en consenso. No hay imposición sino acuerdo.
Eso sí, el líder tendrá que tener una gran capacidad de selección de opiniones y habilidades de gestión de estos equipos porque puede convertirse todo en una rueda sin salida.
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Imitativo o ejemplar
Un líder debe conseguir que su equipo le siga gracias a una actitud impecable y un desempeño de sus funciones de forma ejemplar. No hay mejor enseñanza que la del ejemplo y si tu equipo te considera un referente tendrás el camino hecho.
Mi madre siempre decía que a tu equipo hay que enseñarle con el ejemplo y que no puedes ordenar a alguien hacer algo si tú no te pones a ello antes. Que un jefe (era de otra época) debe ser el primero en llegar y el último en irse. Quizás esto no es así porque las cosas han cambiado pero lo importante es el mensaje subyacente y que nos quedemos con el papel que juega el ser un ejemplo.
Es como a los niños: no le digas que no estén todo el día con el móvil en la mano si tú como padre / madre lo tienes constantemente en la tuya. Ser un ejemplo es la forma más eficaz de enseñar al otro.
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Coach o capacitador
Todos tenemos objetivos personales y deben existir ante todo. Un líder emocional lo sabe y hace buen uso de ellos con respecto a la empresa. Ligar los objetivos personales de su equipo con los de la compañía y proyectos es fundamental para dar un soporte sólido a ambos.
Si sus objetivos personales (los del equipo) están alineados y se reflejan en los del trabajo, todos pondrán más interés en ellos y la satisfacción una vez conseguidos será mucho mayor.
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Afiliativo o conciliador
El líder afiliativo sabe que las personas son lo más importante. Conocen el valor de sus equipos y trabaja con las emociones para alinearse con sus necesidades. La persona es lo fundamental por encima de objetivos y por supuesto, tareas. Un equipo feliz es garantía de un trabajo bien hecho y de niveles óptimos de productividad y creatividad.
Ahora ya conocemos un poco más de las opciones de liderazgo. El líder emocional sabe lo importante de estas, de las emociones para hacer y construir un equipo de trabajo sólido de alto rendimiento. ¿Cómo trabajar estas 6 versiones de liderazgo emocional? Con Team Building. Nosotros estamos especializados en implantar estos tips en equipos de trabajo. ¿Hablamos?