Sabréis que durante los últimos meses hemos publicado dos posts sobre equipos de Alto Rendimientos (ejemplos reales y cómo formarlos), pero este apasionante tema da mucho de sí, por lo que vamos a continuar reflexionando sobre él y ahondando en su conocimiento. Hoy introducimos una pequeña variación: los equipos de “alto desempeño”. Seguro que os preguntáis, “¿no son lo mismo?, alto rendimiento / alto desempeño, ¿es que existen diferencias”.
Veréis, la definición de “rendimiento” según el diccionario de la Real Academia Española, es “proporción entre el producto o el resultado obtenido y los medios utilizados”, que responde a una idea de equilibrio, o a una satisfacción con la solución obtenida, en función del esfuerzo que se pone en ello; entiendo que a nivel profesional o empresarial, podría ser una explicación lógica.
Comúnmente, existe la tendencia a utilizar indistintamente ambos términos, de hecho en inglés “High Performance Teams”, vendría a referirse tanto a los equipos de alto rendimiento, como a los de alto desempeño. Creo que nuestro lenguaje aporta una riqueza digna de ser resaltada (que explico más abajo), para, a continuación, ofreceros esas claves de los equipos de alto desempeño a las que hace alusión el título.
Y, aunque no todo está en el diccionario, es justo que os ofrezca ahora la definición de “desempeñar” (verbo del que deriva desempeño): “Ejercer las obligaciones inherentes a una profesión, cargo u oficio”. Así que si tuviera que interpretar, diría que “alto desempeño” se podría estar refiriendo a un ejercicio óptimo esas obligaciones; ¿estáis de acuerdo?
Alto Rendimiento / Alto Desempeño, ¿qué diferencias existen?
Una de las posibles justificaciones de que equipos de alto desempeño y alto rendimiento (aunque tengan rasgos en común) no son lo mismo, es que el primero podría referirse al ámbito de gestión de personas o equipos (y por lo tanto la figura del líder tendría mucha relevancia); mientras que alto rendimiento está más relacionado con la producción.
No es mi intención ofrecer un listado extenso de semejanzas y diferencias, y por supuesto, tampoco pretendo polemizar. He revisado bibliotrafía sobre el tema, y he llegado a las siguientes conclusiones:
- El Alto rendimiento, puesto que está centrado (o más centrado) en la producción, sugiere que se le da más importancia al resultado.
- El Alto desempeño, se vincula con el proceso mediante el cuál esos resultados son tan notables.
Al leer esta entrada sobre Alto Rendimiento, os daréis cuenta de cómo es de importante la motivación y la satisfacción de los trabajadores; mientras que un equipo de alto desempeño se centra fundamentalmente en el objetivo a conseguir, y en el “camino” que debemos seguir para alcanzarlo. Pero no podemos olvidarnos de la "interacción humana": cobra especial importancia la figura del líder como parte del equipo, que asume una gran dedicación, aunque también habilidades personales muy desarrolladas para dinamizar equipos y conseguir las metas.
Sobre líderes (sí, esos líderes demandados en la actualidad, que son exigentes y a la vez comprometidos; tienen valor y determinación, …) ya habéis leído si seguís el blog de ATF. Pero si queréis ampliar un poco la visión, recomiendo leer este análisis del libro de Salvador F. Loya.
Claves de los equipos de Alto Desempeño exitosos.
Como he comentado, en estos equipos tienen mucho valor los procedimientos: que sean ágiles, y que la “hoja de ruta” para alcanzar el objetivo esté bien diseñada para llegar en el tiempo previsto. La creación del equipo o la puesta en marcha de un proyecto es mucho más flexible, ya que el líder puede escoger a sus colaboradores sin tener muchas expectativas cerradas, y valorando las características individuales, más allá de conocimientos y habilidades. Y en cuanto a los inicios de una tarea, pues en un primer momento se parece más a un lienzo en blanco que a un boceto hecho con carboncillo.
Equipos de Alto Desempeño, ¿cuál es su secreto?
Están bien liderados.
Y además todos los miembros conocen desde el principio la meta y la estrategia para alcanzarla. Existe un compromiso individual y colectivo para llegar “a buen puerto”. Por otra parte, el líder (entre otras cualidades valiosas que presenta) posee flexibilidad y una visión amplia que le permiten realizar oportunos cambios para alcanzar el objetivo según lo previsto.
Buen ambiente de trabajo.
Y complementariedad entre sus miembros, porque aunque los roles están muy definidos, es necesario que las habilidades que se suman sean diferentes, a fin de mejorar el conjunto.
Excelencia sin presiones extremas.
Un claro ejemplo es la compañía internacional Google, seguro que habéis leído en más de una ocasión alguna referencia al ambiente de trabajo y los espacios físicos que permiten a los empleados distraerse de las “obligaciones”. Es sabido que si los miembros de un equipo llegan a extenuarse, no sólo no se van a conseguir los objetivos, sino que repercutirá en la salud individual y las relaciones de grupo.
Y ya que menciono al “gigante” (Google), merece la pena apuntar que sus trabajadores son retados a sacar lo mejor de ellos, pero los líderes muestran una total confianza en cada integrante, y en consecuencia la conciliación familiar y laboral es un hecho indiscutible. Y ¿sabéis que? cuando sabes que se respetan tus derechos y que se cree en ti… es de sentido común que cualquiera responde mejor a las situaciones difíciles que puedan surgir.
¿Y qué hay de la comunicación?
Ya sabemos que manejar bien la comunicación en un equipo de trabajo es determinante. En este caso que nos ocupa se exige honestidad y claridad en la transmisión de informaciones. Los miembros del equipo están muy bien preparados desde el punto de vista de la inteligencia emocional: son empáticos, sinceros y colaboradores.
Constancia (jamás se pierde de “vista” la meta).
El líder perseverante motiva a los miembros del equipo y sabe cómo mantener los niveles de actividad, pese a posibles dificultades.
Y por supuesto, el esfuerzo y la constancia tienen su reconocimiento individual y colectivamente. Este aspecto se da también en los Equipos de Alto Rendimiento.
Una vez desarrolladas las claves, me gustaría volver sobre un tema que en varias ocasiones hemos presentado: a lo largo de este post habéis leído sobre los líderes de los equipos de trabajo, y también hemos mencionado la importancia de cada miembro integrante. Es hora de reafirmarme y de recordar que efectivamente, el líder (pese a su importancia) se debe convertir en “parte” para que un equipo de Alto Desempeño funcione de manera óptima. Su papel oscila entre el TODO y las distintas PARTES que componen el Todo. La dinámica de éxito en los Equipos de Alto Desempeño es que los asuntos (tareas, dificultades, conflictos,...) se solucionan de forma activa y participativa.
Por nuestra parte, espero que esta lectura os haya resultado provechosa, al mismo tiempo que me gustaría recordar que en Amazonia Team Factory, disponemos de una gama de actividades para dar respuesta a las necesidades de esas empresas que desean fomentar el trabajo en equipo de sus miembros. Trabajamos el Alto Rendimiento y el Alto Desempeño desde una perspectiva única, sacando a los equipos de su "zona de confort" e invitándoles a adentrarse en la "zona de desafío", donde realmente, se encuentran todas las posibilidades de crecimiento de los equipos. Con nuestros programas de Team Building Experiencial y Outdoor Training conseguirás un alto impacto y llevarás a tu equipo de trabajo al siguiente nivel de desempeño. ¿Aún no nos conoces?
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