10 excusas para no triunfar

Ponernos excusas siempre es una salida fácil para cualquier cosa. Nos auto-justificamos por no conseguir lo que ansiamos, cuando el motivo suele ser falta de esfuerzo, compromiso e implicación. En cuanto al éxito, también lo hacemos y es que es más sencillo y aporta una satisfacción engañosa, ponernos excusas que sustentan el no haber llegado allí, al éxito. Hoy queremos ayudarte a que dejes de auto-sabotearte y te liberes de esas 10 excusas para no triunfar, que te impiden alcanzar tus objetivos.

excusas para no triunfar

Auto-sabotaje en modo excusas para no triunfar

Al ser humano a veces le cuesta llegar a sus objetivos. ¿Las razones y motivos? Muchos y variados. A veces el problema está en que nos marcamos metas inalcanzables y realmente imposibles. Otras, la cuestión es que no trazamos el camino adecuado para llegar a ello. También ocurre que no nos enfocamos, nos desviamos y no ponemos la energía y los recursos necesarios para conseguirlo. Y así podríamos seguir enumerando motivos, unos tras otros.

¿Qué ocurre cuando no llegamos? Ante todo, que nos frustramos. Entramos en completa desesperación por no lograr lo que nos hemos propuesto, e inmediatamente, nos dejamos llevar por la desidia y la tristeza. Es necesario un ejercicio de voluntad para auto motivarnos y reactivarnos y conseguir llegar a lo propuesto.

¿Por qué nos ponemos excusas para no triunfar?

Esto ocurre muy a menudo con el éxito: para evitar caer en la desdicha de no haberlo conseguido y tener que lidiar con las emociones que surgirán de eso, nos ponemos excusas que afianzan la teoría de que no lo conseguiremos. Nos auto-saboteamos antes de empezar por miedo a no conseguirlo. Así, consideramos que es más fácil y llevadero el camino y si no lo conseguimos, ya no hay que justificarse después porque acertaste con el resultado.

En consecuencia, caso listo para sentencia, señoría. Pero, ¿Qué sucedería si comenzaras cualquier proyecto, idea o ilusión con la convicción firme de que lo vas a conseguir? ¿Crees que tus resultados serían idénticos a los que obtienes sintiendo que no lo vas a lograr?

Miedo a brillar y miedo a triunfar

Nelson Mandela, en 1994, incorporó a su discurso de toma de posesión del cargo de Presidente de Sudáfrica, unos parlamentos del libro “Volver al Amor”, de Marianne Williamson. Estos bellos versos venían a decir que hay más personas con miedo a triunfar, que a fracasar. Más personas con aprensión a brillar que a pasar desapercibidos. Más personas aterradas por su luz, que por su oscuridad.

Hay una gran diferencia si el camino lo comienzas con un pensamiento negativo sobre tus resultados. Si lo piensas, ¿Qué proyecto sale bien si piensas que no va a salir bien? Antes de empezar el camino hacia el éxito estamos bloqueando cualquier opción de conseguirlo.

A estas alturas todos sabemos que la mente es la herramienta más poderosa que tenemos, y de ella salen la iniciativa, el empuje, las ganas y todo lo que necesitamos para conseguir lo que nos proponemos.

Si en nuestra mente aparecen o incluimos excusas que justifican el no triunfar, estamos boicoteándonos desde el primer instante. Nos estamos poniendo piedras en el camino, a nuestro propio camino. Y todo porque tenemos miedo a lo que sentiremos si no lo conseguimos.

Por ello, es imprescindible identificar de antemano todas esas excusas que existen, que nos ponemos y a las que nos acogemos para no triunfar. Nosotros hemos recopilado las 10 más utilizadas, pero te invitamos que cuando las tengas revisadas y compruebes si tú haces uso de ellas, des un paso más y busques si además, utilizas otras para bloquear tu capacidad para triunfar. Una capacidad que por otro lado, todos tenemos.

10 excusas para no triunfar

1 El momento actual

Nos encanta echar la culpa a lo externo, y qué mejor y más fácil que responsabilizar al entorno exterior (que siempre tendrá algo en ciernes) para que sea el motivador de nuestra desestimación de triunfar. Ya sea una pandemia, una crisis económica, una tormenta de nieve… nos acogeremos a lo que sea que haya a nuestro alrededor para tener más justificado lo que ocurre en nosotros.

2 Mi edad: muy joven

Soy joven, muy pequeño aún para triunfar. Me falta recorrido, experiencia, años… que puede ser cierto, pero realmente, el triunfo no se consigue en un día y es un camino largo que hay que emprender desde el principio y con las miras en el triunfo.

3 Mi edad: muy mayor

Esta es de las más habituales y es que la edad (por arriba) nos suele lacrar mucho. Pensar que somos muy mayores, que nadie nos querrá profesionalmente, que ya para qué, y que será imposible es uno de los auto-sabotajes más duros que nos realizamos a nosotros mismos.

4 Falta de recursos económicos

Ay, el dinero. Otro factor al que nos encanta acogernos. Cuando no tenemos suficiente dinero, es excusa. Cuando lo tenemos, estamos entretenidos en disfrutarlo, y consideramos que es el éxito mayor que podemos tener (cuidado con esto). Sea como sea, el dinero y sobre todo, su ausencia, siempre es un hándicap mental para conseguir triunfar. Y decimos “mental” porque en la mayoría de los casos, no es real.

5 Falta de formación

No tener formación o no tener la concreta y específica que consideramos que necesitamos en ese preciso instante es otro de los motivos que nos ponemos para no triunfar. Y no suele ser cierto, porque hoy en día tenemos la facilidad de obtener los conocimientos necesarios de forma inmediata gracias a internet. Porque si además, nos falta algo siempre, podemos “tirar” de un profesional para un área en concreto… pero no tener formación específica nos ayuda a auto-bloquearnos para el éxito.

6 Se nace exitoso

Sinceramente esta es una de las que más daño nos puede hacer, porque sale de un sentimiento y consideración propia de inferioridad. Hay quien considera que ser triunfador se nace, y que la cuna forja al triunfador. ¿Quién triunfa entonces? Los que han tenido los medios, recursos y la educación para alcanzar sus metas.

7 Falta de energía

Estar cansados es una lacra muy fuerte, y normalmente, por el estilo de vida que llevamos y las obligaciones a las que nos tenemos que enfrentar, es complicado recuperar la energía y poder enfocarla a nuestro proyecto de éxito. Lo sabemos. Pero, por más que lo repitamos no vamos a cambiarlo si no hacemos algo muy determinado para ello.

8 El fracaso me avala

Cuando lo hemos intentado varias veces y aún así, no ha salido, tendemos a considerar que no estamos hechos para triunfar, y nos sustentamos en esas veces fallidas como si fuesen nuestra carta de presentación.

9 La culpa de los demás

Tenía que llegar. Esta excusa es la más sencilla. Culpar a todo lo que no es nosotros mismos es fácil y muy gratificante. Es como quitarnos la mochila pesada de nuestros hombros, pero cuidado, no nos engañemos, es solo una treta de nuestro cerebro y además, momentánea.

10 Estoy predestinado al fracaso

Y ahí estamos afianzando la excusa 8 (El fracaso me avala), pero en vez de rememorar continuamente el pasado, hacemos predicciones sobre el futuro. Como alguna vez no hemos logrado algo, pues ya significa que es nuestro destino, y el destino es muy difícil cambiarlo ¿no?

En resumen, nos auto-saboteamos porque consideramos que es más fácil excusarnos que lidiar con el desánimo, el fracaso, la frustración y la rendición. Sin embargo, como dice un dicho popular: "unas veces se gana, y otras, SE APRENDE", y lo más importante, TU ACTITUD, tu resiliencia y tu capacidad para persistir.

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